-PENSAMIENTO DEL DIA – 3 DE FEBRERO 2010
Deben sentir un constante amor por Dios, en todo momento y bajo cualquier circunstancia. Dios es la encarnación de la dulzura (Raso Vai Sah). Sólo cuando logren un amor así de inmutable por el Absoluto, su corazón estará rebosante de alegría. Los resultados naturales en esta fase serán un corazón puro, la indagación en el Principio Divino y la entrega al Sí Mismo Divino. Esta fase se denomina 'Niyama' y es caracterizada por la pureza, la alegría constante y el incesante recuerdo del Nombre del Señor o la dedicación a prácticas espirituales.
Sathya Sai Baba
Traducido de la pizarra de Prasanthi Nilayam.
(Herta Pfeifer)
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